Todo comenzó cuando Stapp se declaró en bancarrota por culpa de la Hacienda de Estados Unidos. Según él, la institución gubernamental congeló sus cuentas bancarias "violando sus derechos civiles" y dejándolo en la calle.
Sin embargo, su esposa, Jaclyn Stapp, reveló que se está divorciando de él por su adicción a drogas como las anfetaminas, el cristal y esteroides. La mujer también dio a conocer que su todavía pareja padece de algunos problemas mentales.
Desde entonces, Stapp comenzó a mostrar todavía más signos de inestabilidad. Preocupado por su estado mental, su esposa dijo a la policía que el músico sufre de un serio delirio de persecución, pues él cree que es un agente de la CIA con la misión de asesinar al Presidente Obama.
Por si fuera poco, el portal TMZ publicó una serie de llamadas que Stapp hizo al 911 en las que, entre otras cosas, afirma que "el corazón de ISIS (Estado Islámico) está en su misma familia", que un grupo de personas lo han estado persiguiendo para matarlo, que le han robado millones de dólares y que su esposa ha tratado de estafarlo.
Veremos en qué termina todo esto. Sin duda un triste desenlace para una gran voz del rock.
Fuente: NME