En entrevista con Mojo, Mason confiesa que Waters era una figura dominante dentro de la banda y que su salida significó un duro golpe para ellos. "Debió de haber sido igual que cuando Stalin murió. Nos llevó un tiempo reponernos, casi tres o cuatro años", comenta el músico.
"Roger pensó que todos íbamos a tirar la toalla y David (Gilmour) y yo pensamos lo contrario, que Roger tiraría la toalla y que nosotros seguiríamos adelante. La cosa es que estas personas, por más difíciles que sean, resultan excelentes músicos. Si no hubiéramos tenido al loco Syd (Barrett) o al loco Roger no hubiéramos sido nada", continúa.
Waters dejó la banda desde 1985. Aunque el bajista ha continuado explotando sus composiciones con Pink Floyd con las enormes giras mundiales que ha montado, este se ha mantenido ajeno a todo lo que lleve el nombre de la banda desde su salida, incluso el nuevo álbum que saldrá en noviembre próximo, del cual ya se ha cansado de decir que no tiene nada que ver.
Fuente: NME