Aunque en un principio negó todas las acusaciones, Rudd finalmente se ha declarado culpable de los delitos que se le imputan. Esto ocurrió el día de hoy en al corte de Tauranga, Nueva Zelanda. El músico fue culpado inicialmente de haber mandado matar a un sujeto, pero estos cargos fueron desestimados más adelante.

En el juicio se habló de que Rudd aparentemente despidió a muchos de sus empleados después de las bajas ventas de su álbum como solista, Head Job. Este habría indicado a un socio suyo que "desapareciera" a uno de los subordinados ofreciéndole una cantidad equivalente a cien mil libras esterlinas.

BBC News reporta que el imputado incluso llamó por teléfono a la supuesta víctima para amenazarlo y decirle que "iba a ir por él y matarlo". La corte indicó que esto hizo que el sujeto temiera verdaderamente por su seguridad.

La defensa argumentó que todo se trató de una conversación agresiva, pero nada más que eso.

Está por ver la sentencia que dictará el jurado próximamente.

Fuente y foto: NME